MGMT
Postrémonos en 2008 por un momento. En este y aún en
los años venideros no era difícil cachar por ahí escapando de alguna bocina las
melodías de Kids, o Time ToPretend, quizá Electric Feel. Vaya que sonaban y
quizá esa es la razón por la cual al menos yo odiaba esas canciones, a
excepción de la última. Al prejuzgar podías caer en las notas pegajosas u
odiarlo, y la pauta seguía así hasta que escucharas el álbum completo, entonces
podrías quedar encantado o con ganas de no reproducirlo de nuevo. (Como con
todo álbum, en realidad)
Oracular Spectacular es el título del álbum debut del
dúo conformado por Ben Goldwasser y Andrew VanWyngarden. Dicho material les
llevo a presentarse en grandes festivales y, naturalmente, echarse unos miles
de fans alrededor del globo al bolsillo. Para abandonar (o no) rápido este
capítulo en su carrera podemos remarcar que el disco no era la mayor pieza de
la década, no era avant-garde, pero eso no le quitaba la genialidad. Psych-pop
muy bien hecho, con melodías pegajosas, guiños al EDM de vez en cuando, fácil
de oír a primera escucha. Era excelente, y mejor aún, era sugerente. Acompañado
también en los singles con algunos B sides que no hacían sino alejarte de la idea
de que MGMT podía ser solo Time To Pretend.
Siendo este su primer álbum, ¿qué sería del material
venidero? A favor tenían que precisamente obra prima, un debut que muchas
bandas quisieran, y que, de hecho, muchas bandas tienen. Debuts que alzan el
nombre de la banda, pero que también ponen en alto la marca a superar por los
propios artistas.
A la salida del segundo álbum de The Management, en
2010, podías encontrarte con esas melodías bien planteadas pero esta vez con
más guiños a lo garaje que a lo electrónico. Es un álbum que suena divertido a
principio, a pesar de ser más bien introspectivo, temática que sigue y aumenta
hacia el final del material. La media de la duración de los temas ronda en los
4 minutos, el corte más pequeño es de dos minutos y medio, y el más largo y
creo yo, el que pone la cereza del pastel: SiberianBreaks. 12 minutos, un tema
bien llevado de principio a final. Sobresaliente tomando en cuenta que sale por
mucho del estándar de canción adaptable a radio.
A estas alturas quizá te estés preguntando por qué me
explayé tanto con los álbumes pasados. Traté de no hacerlo tan exhaustivo, pero
es necesario. MGMT sabe hacer pop, y eso queda claro. No se puede decir que
nadie diga lo contrario, es eso parte del problema al abordar su material. Lo
que genera tanta expectación en ellos, y en su reciente álbum es que nos
dejaron en claro que hacen excelente música, y encima, nos mostraban de vez en
cuando que podíamos estar seguros de que tienen la capacidad de hacer algo más
sobresaliente que una canción de 2:30, o al menos es lo que sugieren para
muchos.
Sin más preámbulos, avancemos al plano actual.
MGMT lanza en el cuarto mes del año el primer single que se desprende de su
álbum homónimo, la canción “AlienDays”. Una voz infantil te conduce hasta que
la batería te da la bienvenida. Fuerte y continua hasta el final, en cada uno
de sus pasajes bien definidos por teclados saturados y uno líder un tanto
simple, pareciese. Se puede oír una guitarra acústica, y al unísono ejecutando
lo mismo otra muy saturada. No es una canción simple y se podían notar
comentarios acerca del material que estaban oyendo y su desapego con las
canciones hit que tenía la banda cinco años atrás.
Todo parecía
apuntar a que en esta entrega estarían más enfocados a un sonido más meditado
y, según declaraciones hechas por ellos, habían trabajado en él desde finales
de 2010. “A estas alturas de nuestras carreras no podemos hacer una canción
pop”, era otra de las declaraciones de VanWyngarden.
El 17 de septiembre (Incluso antes por los streams
oficiales) se pudo por fin oír el trabajo en manera íntegra. El productor fue
Dave Fridmann. Crearon de la mano de Alejandro Crawford “un grupo de visuales
para acompañar e iluminar la nueva música”, llamado “TheOptimizer”.
Todo empieza con AlienDays, la canción antes citada,
sin cambios aparentes en su versión de álbum. A continuación inicia CoolSong
No. 2, en esta como en la mayoría de las canciones (10 en total) no se
extrañará la guitarra. Capas de teclados sustituyen esto y el resultado no es
malo. MysteryDiseasetambién guiada por una batería fuerte y los sintetizadores
saturados y adornados por flangers. Llega un cover de Faine Jade,
Introspection, este tema y el primero del material son canciones que el grupo
tocó desde hace un par de años aproximadamente, quizá como eje para explayar o
buscar un sonido en especial siendo las primeras en emerger de frente a su
tercer álbum.
“Abre tus ojos, tu vida es una mentira”. YourLifeIs A
Lie es el quinto track, un par de minutos de melodía repetitiva (A propósito)
gritando un mantra-pesimista. Mira a tu alrededor, todo es una mentira. Parece
una burla hacia las creencias que se tienen sobre ellos, o sobre la rutina
misma, pero al fin y al cabo una mofa.
Las tres canciones que le preceden, con una duración
media de 5 minutos, son quizá los cortes de más difícil escucha en el álbum, “A
GoodSadness”, “Astro-Mancy”, y “I LoveYouToo, Death”. La pauta que habíamos seguido
está vigente a este punto. Mares de atmósferas creadas por el sintetizador,
melodía bien puesta pero no tan predecible a primera escucha. En estas el
problema en este pasaje del álbum es no saber cuándo es suficiente de estas
canciones, ¿explotará o el crescendo me llevará a otro, y a otro?
Plenty Of Girls In The Sea es lo más cercano a su ahora
“viejo” material. Tres minutos, de fácil escucha y habla de eso, un montón de
chicas en el mar, ni más ni menos.
El cierre va por parte de Anorphan Of Fortune. Unos
ochenta segundos de jugueteo entre teclas y bajos dan paso al ritmo lento y la
melodía de voz dormilona y un tanto melancólica. Es un final sugerente que
recuerda un poco al que tienen TheHorrors en su Skying de 2011. No como obra
sino en relación tema-contexto.
Es un disco que se antoja apreciar replicado en
vivo. Con puntos largos y difíciles de
oír a primera reproducción pero también momentos altos. En ciertas partes el
sonido parece demasiado saturado, pero como muchos otros aspectos del material
no podemos descartar que se haya hecho a propósito o no, después de leer y
observar entrevistas con el grupo donde cierran diciendo que no crean lo que
dijeron porque “Tu vida es una mentira”. Al final parece que sólo están
jugueteando pero las canciones están sobre la mesa.
Viéndolo en su totalidad podría decirse que “MGMT”
describe muy bien como álbum al dúo de Brooklyn. Es bueno, y en algunos
momentos destaca más aún.
Estamos frente a una buena obra a final de cuentas. Lo
hicieron de nuevo, el encanto lo tienen. Es lo que MGMT
nos deja, junto con algunas preguntas. ¿Explotarán o seguirán en crescendo, uno
que nos llevará a otro, y a otro, y a otro?
All Rights reserved by MGMT & Columbia Records.
Redacción :Aldo Corzo.
Edición: Humberto Santamaría.
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